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La isla de la diversidad

La República de Haití y la República Dominicana comparten la misma isla, llamada La Española por los españoles, y Haití o Bohío por los taínos. Nuestra isla es la segunda más grande del Archipiélago de las Antillas Mayores, con una extensión de 76.000km², solo superada en tamaño por Cuba. 

Ambas naciones comparten un pasado colonial. La República Dominicana, donde se habla español, fue colonizada por España, y la República de Haití, en la que se habla francés y creole, por Francia. 

Los pobladores originarios de la isla, principalmente taínos, fueron, en gran medida, exterminados durante la Conquista. Tanto la ciudadanía haitiana como la dominicana están integradas principalmente por personas afrodescendientes, tal como ocurre en el resto del Caribe insular. 

Sus culturas, con elementos africanos, taínos y europeos, también han sido enriquecidas por distintas migraciones desde el siglo XIX hasta la actualidad. Entre los migrantes que han sido acogidos por la República de Haití y la República Dominicana se encuentran europeos, árabes, y grupos latinoamericanos y caribeños. Además, ambos países mantienen vínculos estrechos con sus diásporas en Estados Unidos, Europa y otros países de América Latina y El Caribe. 

Las dos naciones cuentan con una gran diversidad cultural, que se expresa en la vida cotidiana, en la producción intelectual, la artesanía y las artes, con legados literarios de gran importancia en el continente americano, como los de los escritores haitianos Jacques Stephen Alexis y Jacques Roumain, cuya novela Gobernadores del Rocío aborda la migración entre las islas del Caribe, la conciencia de clase y la vida rural. En la República Dominicana se distinguen los poetas Pedro Mir, con su obra “Hay un país en el mundo”, en la que habla sobre las huellas de la industria azucarera, y Aida Cartagena Portalatín, autora que se preocupa por la liberación de las mujeres y la situación de la población negra dominicana. 

Las artes plásticas haitianas, con gran tradición y arraigo, se distinguen por la producción de estilo naif, y por la reinterpretación de diversas corrientes y movimientos artísticos a partir de la identidad nacional. Una muestra del talento haitiano es la obra de Georges Liautaud, que se inspiraba en la vida cultural y la espiritualidad haitianas para crear esculturas, su trabajo es conocido en los círculos artísticos más importantes del continente, incluyendo el MoMA (The Museum of Modern Art), de Nueva York. 

En la República Dominicana,  Cándido Bidó, considerado uno de los maestros de la pintura nacional, exploró la vida rural. En su obra son constantes las mujeres, los pájaros y los niños. En tanto que Jaime Colson, posiblemente el más internacional de los pintores dominicanos, trabajó desde un acercamiento más realista a personas comunes, gente de pueblo, trabajadores. 

Y, como en todo El Caribe, la música es fundamental en las vidas de las poblaciones haitianas y dominicanas. Los ritmos musicales haitianos y dominicanos están inspirados en tradiciones africanas, con influencias europeas y estadounidenses (particularmente de los afroamericanos) y de otras naciones caribeñas. Además de los ritmos más populares, como el merengue en la República Dominicana y el kompa en la República de Haití, en ambos países hay variados ritmos regionales.  Artistas como la dominicana Xiomara Fortuna y la haitiana Sarah Renelik han contribuido a difundir en sus pueblos y a nivel internacional la gran variedad musical de origen africano en toda la isla. 

Buena parte de los ritmos musicales de la isla están relacionados con ritos religiosos de origen africano o procesos de sincretismo entre el cristianismo y tradiciones de África. En la República Dominicana el sincretismo se da en diferentes manifestaciones de religiosidad popular que incluyen la santería, y según algunos antropólogos, un tipo de vudú que llaman vudú dominicano.

En Haití, del sincretismo entre diferentes tradiciones africanas y el cristianismo surgió el vudú haitiano, un sistema espiritual que ha sido clave para la resistencia de los haitianos contra la opresión.  

Dado que ni las diferentes manifestaciones de religiosidad popular dominicana ni el vudú haitiano son religiones rígidas, sino que conforman un sistema espiritual sincrético, con capacidad de asimilar elementos de otras tradiciones, y que valoran tanto lo individual como lo comunitario, muchas personas que practican estas espiritualidades también se consideran a sí mismas católicas. 

Tanto en la República de Haití como en la República Dominicana hay, además, diversas comunidades protestantes. Actualmente los grupos evangélicos pentecostales tienen una gran penetración especialmente entre la población de clase trabajadora y entre sectores excluidos. En ambos países hay libertad de cultos. 

La isla de la belleza

Bahía de las Águilas, República Dominicana
Isla La Tortuga, Haití

Caribeña al fin, La Española está marcada por su relación con el mar. Entre los recursos naturales de la isla se encuentran espectaculares playas, como Chouchou Bay Beach en la República de Haití y Bahía de las Águilas en La República Dominicana. 

Los países comparten uno de los sistemas montañosos más importantes del Caribe por su diversidad ecológica: la Cordillera Central. Este sistema montañoso nace en la República de Haití, donde es conocido como Massif du Nord. En la República Dominicana, esta cordillera contiene al Pico Duarte, el más alto de las Antillas. Entre la vegetación de la cordillera se encuentran el pino criollo, los bosques latifoliados y las sabanas de pajón. 

De este sistema montañoso depende en buena medida el agua de toda La Española: aquí nacen los ríos más caudalosos de la República Dominicana y el Artibonito, que comparten ambas naciones de la isla. 

A pesar de contar con una gran diversidad de ecosistemas, ambos países enfrentan retos socioeconómicos y ambientales vinculados al cambio climático y a situaciones internas, como el uso desequilibrado de los bienes naturales. Entre los principales problemas de la isla se encuentran la contaminación de los ríos y la deforestación, que es particularmente grave en la República de Haití. 

Los países de La Española comparten una frontera terrestre de 376 kilómetros. 

Algunas precisiones sobre los países de La Española

República de Haití

La República de Haití nació como país independiente el 1 de enero de 1804, cuando sus habitantes se liberaron de Francia. De esa manera, los haitianos y las haitianas construyeron el primer país independiente de América Latina y El Caribe. Su independencia también jugó un rol importante en la abolición de la esclavitud en todo el continente y en la difusión de la idea de la libertad entre los afrodescendientes.

El país ocupa un tercio de La Española, tiene una población de aproximadamente once millones de personas. Sus principales actividades económicas son la agropecuaria, en la que se destaca la producción de café, cacao, mango y aguacate y la manufactura. El país está dividido en 10 departamentos, y su capital es Puerto Príncipe. 

La Citadelle, Haití

La Citadelle, Haití

Carnaval en Jacmel, Haití

La artesanía haitiana es una de las más originales y de mayor calidad del Caribe y América Latina. Los artesanos y las artesanas haitianas utilizan el hierro, la tela y muchos materiales reciclados para hacer sus obras.  Su deporte más popular es el fútbol.

El segundo socio comercial de la República Haití es la República Dominicana y viceversa.

¿Quieres saber más sobre Haití?   

Visita su Ministerio de Economía y su  Ministerio de Cultura y Comunicación.

Carnaval en Jacmel, Haití

República Dominicana

Oficialmente la República Dominicana nació el 27 de Febrero de 1844, cuando se separó de la República de Haití. Posteriormente, el país fue anexado a España en 1861, y el 16 de agosto de 1866 los dominicanos recuperaron nuevamente su independencia en un hecho histórico conocido como La Restauración.

Políticamente, la República Dominicana se divide en 31 provincias y el Distrito Nacional, que es el asiento de su capital, Santo Domingo. 

El país, que ocupa la parte oriental de La Española, cuenta con cerca de once millones de personas, y entre sus actividades económicas principales se encuentran el turismo, la agroindustria y el comercio.

Monumento a los Héroes de la Restauración, Santiago, República Dominicana

Monumento a los Héroes de la Restauración, Santiago, República Dominicana

Carnaval de La Vega, República Dominicana

La República Dominicana es el destino turístico más visitado del Caribe. Aunque la mayor parte de su turismo es de playa, también se pueden visitar zonas de montaña, especialmente en proyectos de ecoturismo. El país también ofrece interesantes posibilidades para el turismo cultural: visitas a la zona colonial de Santo Domingo, intercambio con artesanos y artesanas que rescatan tradiciones taínas, como ocurre en la comunidad de Yamasá, con los Hermanos Guillén, y visitas guiadas para comprender mejor la historia nacional y caribeña, como la de la Ruta del Esclavo.  El deporte más popular del país es el béisbol.  La República de Haití es el segundo socio comercial de la República Dominicana y viceversa.  ¿Quieres saber más sobre la República Dominicana?Visita: Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD)Ministerio de Cultura y Ministerio de Turismo
Carnaval de La Vega, República Dominicana

Otras referencias

AECID. (2021). Ficha  País , República de Haití. 2021, de Agencia Española de Cooperación Internacional
Sitio web: http://www.exteriores.gob.es/Documents/FichasPais/HAITI_FICHA%20PAIS.pdf 

Datos Macro. (2021). República Dominicana:Economía y Demografía . 2021, de Revista Datos Macro
Sitio web: https://datosmacro.expansion.com/paises/republica-dominicana 

Datos Macro. (2019).Haití: Economía y Demografía . 2021, de Datos Macro
Sitio web: https://datosmacro.expansion.com/paises/haiti 

Guillermo Deaza, Daniela. (2019). Ecos de la Revolución Haitiana. 2021, de Revista nova et vetera
Sitio web: https://www.urosario.edu.co/Revista-Nova-Et-Vetera/Cultura/Ecos-de-la-revolucion-Haitiana/